sábado, 20 de septiembre de 2014

Reconstrucción



Hay momentos en la vida que son puntos de inflexión, cierras capítulos, abres nuevos, y aunque no sin el correspondiente vértigo, yo acabo de empezar uno.

Un nuevo libro en el que priman las sonrisas, la conciencia de saber que será duro y costará, pero que podré, por que si otros pueden, yo también. Además para ello cuento con el apoyo incondicional de personas que son pilares fundamentales en mi vida: familia y amigos de verdad, de los que están para planificar un ataque sorpresa al mundo de la tristeza y la desidia.

Llegó el momento, por fin, ahora soy yo, con mi hoja de ruta marcada, prestando atención a los detalles que hay alrededor, pero sin permitir que condicionen el camino, por que a fin de cuentas, lo único que importa es poder dormir con la conciencia tranquila cada noche y despertar con una sonrisa y un propósito cada día.

Ya no me da miedo dar rienda suelta a mis ideas, a mis ganas de vivir, a la intensidad, para bien y para mal, por que soy capaz de dar un portazo y adiós muy buenas, que para mala compañía, mejor sola.

Poco a poco vuelvo a ser yo, vuelvo a recuperar las riendas de mi vida por completo, por que si se quiere, se puede, aunque cueste, aunque duela.

La vida empieza hoy, no olviden vivir y sentir que están vivos.

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