martes, 2 de agosto de 2016

corazón partío




"Después de la tormenta, siempre llega la calma, pero sé que después de ti, después de ti no hay nada....."

A menudo, tras tras un cambio brusco, todos pensamos que, aún inmersos en la tormenta, que quizás no deberíamos haberla desatado.... y oye, que pena, que absurdos somos pensando eso. Conoceréis la frase que encabeza este post, es de una canción, de esas canciones que oímos a veces, que aunque tenga años, seguimos encontrándoles sentido, y te diré, querido/odiado Alejandro, que esa frase debería terminar con "...después de ti no hay nada, nada de lo que fue, pero sigo yo, respirando, recomponiendo mi vida, redecorando con tiritas el corazón que dejaste partío o que me rompí yo solita....." . Por que después de cambiar tu mundo, te sigues teniendo a ti, tus sueños, tus inquietudes, tus demonios y tus ángeles, después de todo, sigues estando tu.

Es difícil empezar una vida después de una gran ruptura,( entiéndase que no hablo de ruptura de pareja, esas las superamos con más o menos dificultad), tener que volver a replantearte tu vida por que los planes han cambiado, aunque fueran estables, cambian, por que tu ya no eres la misma persona que los planteaste, has crecido,te pesan más los daños que los años y ya no son válidos. Y sigues adelante, como vas pudiendo, y tienes dos opciones, dejar que te pase la vida o pasarle tu a ella, y ahí está la diferencia entre unas personas y otras, la manera de afrontarlo.

Y todo esto, después de un año y algo sin escribir, un año convulso, con muchas sacudidas, donde he sentido intenso la felicidad y el dolor, donde he aprendido a que mi cabeza mantuviese el silencio cuando a mi alrededor se desataba una guerra, he aprendido a decir no a todo lo que realmente no me apetece y sí a todo lo que me haga crecer, aunque a veces sea a base de sacrificio. 

Hace un año empecé a cambiar mi mundo, que hasta ese momento era mejor o peor, pero que no era lo que queria, decidí salir de mi zona de confort y enfrentarme a mi misma, desde entonces, ha habido despedidas, unas temporales y otras definitivas, ha habido holas con sabor agridulce, a enfrentarme a situaciones que jamás pensé que me ocurrirían a mi,  me he enamorado de un hombre maravilloso, que me ha enseñado mucho, que me ha hecho inmensamente feliz, y que, aunque al final no haya podido ser, sigo enamorada de él ( nunca leerá esto, menos mal ) , ha nacido una personita que me carga las pilas, y que lo querré el resto de mi vida aunque no pueda estar presente en el resto de la suya, he dejado que el tiempo se ocupase de quitar la etiqueta a quien llevaba careta de amigo y no lo era, y ponerle la etiqueta a quién jamás pensé que lo sería, he decidido, que no vale de nada preocuparse por lo que pudo ser o será, que no hay que dejar de hacer pasteles por que uno se te queme, que es preferible aprender a pegar uno mismo los trocitos cuando algo se te rompe y a disfrutar de mi surrealismo.

Y querido/odiado Alejandro, lo mejor para el corazón partío es comprarte tiritas bonitas e irle dando la forma, no esperes a que vengan a curarte, y como hace poco me dijo alguien inteligente, no esperes una disculpa, la vida sigue, y tu eliges si te quedas en tu zona de confort esperando a que te llegue la disculpa para poder seguir tu vida, o seguirla centrándote en lo que tienes en lugar de lo que te falta. Yo he elegido la segunda opción, que no tiene por que ser la correcta, pero es la mía.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario