jueves, 20 de febrero de 2014

20 de febrero


Como cada año, llega febrero, y con él tu recuerdo.Vuelvo a trasladarme a aquella fría mañana de sábado.

Llevaba toda la semana con más angustia de la que llevaba sintiendo los últimos meses, todo estaba siendo una locura, la ansiedad y la angustia eran parte de mi vida diaria. Conciliar el sueño era casi un reto diario, la tensión era parte de mi cotidianeidad.

Aquella mañana amaneció fría, había llovido,bajé a desayunar en pijama, dí un beso a los abuelos y a mamá, y me senté al lado de mi abuelo como siempre. Desayunamos como habitualmente, llegó mi tia a desayunar con nosotros, me encantaban esos desayunos.....

Cuando terminamos, me subí a ducharme y vestirme, mamá nos dijo que íbamos a casa esa mañana,media hora después Celia y yo estábamos con mamá en el coche en dirección a casa, la angustia se acrecentaba. Mamá aparcó y entramos en casa, abrió las puertas y mientras Celia y yo nos dispusimos a abrir las ventanas, cuando sin apenas tiempo, mamá volvió con la cara blanca y nos dijo que nos íbamos, que nos metíeramos en el coche. No entendíamos nada, mamá temblaba y lloraba, llegamos a casa de los abuelos,y mamá se derrumbó, los abuelos no entendían nada, Celia y yo tampoco. Papá había muerto.

A partir de ese momento todo fue una locura, llamadas de telefóno, la policía, mamá lloraba, Celia no decía nada y yo no era persona. Alguien nos llevó a casa de la tia Ana a Celia y a mí, no recuerdo quién fue, media hora después llegó Carlos, sólo me abrazó y cogió las llaves de casa de mis abuelos y me llevó alli. Yo no paraba de llorar, no entendía nada, mi cabeza no era capaz de gestionar la vorágine de sensaciones que se amontonaban en mi cuerpo. Lo último que recuerdo es que me senté en el sofá, no sé cuanto tiempo dormí, me dolía el cuerpo, cuando me desperté estaba apoyada y llorando tumbada sobre las piernas de Carlos, que me tocaba el pelo, estaba la luz encendida, y Celia y la abuela estaban allí. No sé donde estaba mi madre.

Se hacía de noche, hicieron de la casa de los abuelos un bunker para Celia y para mí, nos obligaban a comer, sobre todo a mí, que no paraba de vomitar. No eramos personas, seguía sin ver a mamá, no recuerdo si estaba allí o no, supongo que sí.

El lunes por la mañana  papá se enterraría, no consigo saber quienes había en casa, era mucha gente, cuando llegó Sofía me abrazó, es lo que recuerdo,su abrazo...... mamá vino a decirme que me pusiera el abrigo, que salíamos para la iglesia, y yo, como un zombi, obedecí, podría haberme dicho que me pusiera un bikini, que lo habría hecho igual, no sentía nada, no había temperatura.

Al salir de casa, me fuí a casa de mi tia, necesitaba ver a mi tio, no podía enfrentarme a lo que me quedaba por venir esa mañana. Entré y me senté en el sofá, no dije nada, me abrazó y me dejó llorar, me dijo que no tenía que ir si no quería, que no estaba obligada y me dio un beso en el pelo.

No sé muy bien que ocurrió, lo siguiente que recuerdo es estar en la iglesia, al lado de mamá, Celia estaba más atrás con mi tia, no veía quien pasaba, sólo quería irme a casa a meterme en mi cama y que todo pasara.No soportaba ver a mamá así, ¿por qué todo esto nos pasaba a nosotras? No era justo, no habíamos hecho nada.

Dos días después volví a clase, todo había cambiado, volví a mi rutina. Cuando esa noche me vino a recoger Carlos todo en mi era distinto, lo supo cuando me vio, la angustia de mi cara en los últimos meses cuando me recogía le hacían estar pendiente de mi constantemente.Todo había cambiado.Volvía a ser la chica que conoció.

Han pasado los años desde que decidiste irte, todo ha cambiado, Celia y yo nos hemos hecho mayores, Celia ha sido mamá, mamá es feliz, y yo sigo escribiendo, lo único que tú no estás, te lo has perdido, tu cobardía te hizo tomar esa decisión, marcarnos de esa manera, pero el único que has perdido eres tú. Mamá nunca nos ha hablado mal de tí, ni nos lo ha permitido hacerlo a nosotras a pesar de todo. No siento que no estés, siento el daño que provocaste, siento que no hayas visto la mujer en que se ha convertido mi hermana, y siento que estamos mejor sin ti.Ojala no vuelvas a aparecer por mi cabeza.Hasta el año que viene.

1 comentario:

  1. No nos conocemos, pero, de alguna manera, siento que existe una afinidad, una complicidad, que nace por ciencia infusa, pero va creciendo. Quizás fue cuando preguntaste por la foto; quizás, cuando te conté. No lo se. Pero lo que si se es que compartimos muchos sentimientos como los que has narrado en este día. Por ello, gracias.

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